jueves, 12 de julio de 2012

Argentinos por el mundo: Barcelona, España

Una nueva sección de "Argentinos por el mundo", un nuevo viaje desde los estudios de FM Simphony. En esta oportunidad quien nos transportó a otro país fue Gisele Molinari

Gise vivió en la ciudad de Barcelona, España, durante 6 meses en el año 2009 por motivos de estudios. Ella fue a estudiar Comunicación Audiovisual y se encontró con una hermosa ciudad y...un lenguaje extraño: el catalán. Algo había aprendido antes de viajar pero todo resultó ser muy básico a la hora de enfrentarse con los profesores y su manera de hablar tan distinta y cerrada. Esto le costó mucho sumado a la gente y su trato para con ella, que no fue siempre el mejor. La gente del interior de España proveniente de otras ciudades fueron sus principales aliados en los grupos de la facu. A Gise le sorprendió mucho la rivalidad existente entre las disintas regiones de España. Rivalidades que, por lo que aparentaba, parecían no poder saldarse. Le costó mucho la adaptación al entorno en este sentido asi como también la relación con sus compañeros.

Sin embargo, nunca dejar de rescatar todo el lado positivo. Gise disfrutó mucho de la ciudad por su arquitectura inigualable, su famosa Rambla, sus hermosas plazas y por un lugar en particular que adoptó como propio: un banquito detrás de una estatua dentro de la famosa Ciudad Gótica. Banquito en el que nadie solía sentarse y en donde Gise se pasó tardes leyendo. Pequeño tip para aquellos que viajen y busquen tranquilidad, o simplemente un lugar donde sentarse sin que nadie los moleste...



La comida por excelencia: el tapeo, interminables cazuelitas con distintos sabores españoles para degustar. Irónicamente, Gise revalorizó la cultura cubana y argentina estando allá en España. Por un lado, probó por primera vez el mojito, y por el otro, aprendió a bailar folklore. La vida nocturna en Barcelona, acotó también, es algo para no perderse...

Durante su estadía allá Gise no vivió dentro de la ciudad propiamente sino en un pueblo muy tranquilo por las afueras de Barcelona, desde el cual tenía que tomarse un tren para asistir a clases - experiencia más que placentera comparada con la local.

Lugar no turístico recomendado por nuestra entrevistada: el pueblo de Nájera, también cercano a la ciudad en donde se cruzó con un grupo de chicos argentinos que realizaban un circo ambulante viajando de pueblo en pueblo. ¿Su nombre? Chimichurri, claro. Changear, changueamos en todos lados.

No se queden con esto solamente, ¡revivan la nota acá!


Hasta la próxima amigos.

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